Alergia respiratoria

Entre las alergias respiratorias, la rinitis alérgica es la enfermedad más frecuente y afecta a entre un 10 % y un 30 % de la población adulta y hasta un 40 % de los niños1.

La rinitis alérgica también se relaciona a menudo con el asma, que se diagnostica en entre un 15 % y un 38 % de los pacientes con rinitis alérgica, y los síntomas nasales están presentes en entre un 6 % y un 85 % de los pacientes con asma2.

Dada la elevada prevalencia y el amplio espectro de gravedad de las alergias respiratorias, así como las variaciones de costes entre países, resulta difícil calcular la carga económica mundial. En general, estas patologías tienen un grave impacto en la calidad de vida, en los costes directos y en los costes indirectos, especialmente asociados a la pérdida de productividad laboral3.

Las personas sensibles a los aeroalérgenos desarrollan rinitis alérgica con síntomas como rinorrea, picor, ojos llorosos, congestión respiratoria y fatiga. Los aeroalérgenos más comunes son los ácaros del polvo, el polen, el moho y el epitelio de las mascotas. Las alergias respiratorias pueden ser estacionales o perennes.

Una consecuencia que a menudo no se tiene en cuenta es que la rinitis alérgica también aumenta el riesgo de desarrollar asma. Las personas con rinitis alérgica triplican las probabilidades de desarrollar asma, y el riesgo de los pacientes con rinitis alérgica provocada por los ácaros del polvo es unas seis veces mayor que el de aquellas cuya rinitis alérgica se debe al polen de gramíneas1

El aumento de las alergias respiratorias puede deberse a diversos factores, entre ellos la mejora de la higiene y los cambios en el estilo de vida. Los cambios que está experimentando nuestro entorno también contribuyen al aumento de las alergias. El calentamiento global está provocando periodos de polinización más largos, lo que aumenta la cantidad de polen en el aire y su potencia alergénica. También se considera que la contaminación atmosférica, en particular el ozono y las partículas de gasóleo, incide en el aumento de la frecuencia de las alergias al polen4.

Síntomas

Los posibles síntomas de la alergia en los seres humanos incluyen una serie de síntomas que pueden ir de leves a graves. Los síntomas difieren de una persona a otra y dependen de la alergia. Si no se tratan, los síntomas de la alergia pueden empeorar con el tiempo.

Los síntomas incluyen:

  • Síntomas psicológicos como fatiga, irritabilidad, falta de sueño, efecto negativo sobre la concentración y el rendimiento.
  • Conjuntivitis alérgica con picor, enrojecimiento y ojos llorosos.
  • Asma alérgica con tos seca y dificultad respiratoria.
  • Molestias cutáneas o digestivas.
  • Sibilancias.
  • Vías respiratorias obstruidas en los pulmones.
  • Disminución drástica de la presión sanguínea y shock.
  • Rinitis alérgica con estornudos y congestión o rinorrea. Hinchazón y picor en la zona bucal.
  • Asfixia por inflamación de la garganta y la laringe.

La anafilaxia es una reacción potencialmente mortal que puede afectar a la respiración y provocar un shock.

 

 

1. Pawankar et al. WAO White Book on Allergy 2013 Update https://www.worldallergy.org/wao-white-book-on-allergy (última consulta: febrero de 2024)
2. Brozek et al. Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma (ARIA) guidelines-2016 revisionJ Allergy Clin Immunol 2017 Vol. 140 Issue 4 Pages 950-958
3. Dierick et al. Burden and socioeconomics of asthma, allergic rhinitis, atopic dermatitis and food allergy. Expert Rev Pharmacoecon Outcomes Res. 2020 Oct;20(5):437-453
4. Allergie. Un dérèglement du système immunitaire de plus en plus fréquent. https://www.inserm.fr/dossier/allergies/ (última consulta: febrero de 2024)
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