Alérgenos respiratorios

La alergia respiratoria puede ser estacional o perenne. Los principales alérgenos respiratorios son:

• Ácaros del polvo

Los ácaros del polvo, que forman parte de la familia de los arácnidos, miden entre 0,2-0,4 mm y están presentes en todos los hogares, pero tienden a concentrarse más en la ropa de cama, la tapicería, las alfombras, etc. Los ácaros del polvo son una de las principales causas de rinitis alérgica, cuyos síntomas son congestión, estornudos, tos seca o bronquitis, lo que puede provocar asma. Las alergias a los ácaros del polvo son perennes.

• Polen

El polen queda suspendido en el aire en días soleados y cálidos, y el viento puede transportarlo a varios kilómetros de distancia. La cantidad de polen en la atmósfera es menor en días lluviosos, así como en días fríos y húmedos. El polen responsable de las alergias respiratorias se puede englobar en tres categorías:

Árboles: El polen de los árboles que puede desencadenar alergias incluye: familia Betulaceae (abedul), familia Fagaceum (haya, roble), familia Oleacceae (fresno, olivo), familia Cupressaceae (ciprés, enebro, cedro). Su periodo de polinización se extiende a lo largo de varios meses (de marzo a septiembre en el hemisferio norte) y varía de una especie a otra.

Gramíneas : La familia Poaceae (gramíneas) incluye más de 12 000 especies diferentes. Las gramíneas se encuentran en jardines, césped y bosques, así como en el agua o en rocas. Solamente una pequeña concentración de polen de gramíneas es suficiente para desencadenar una reacción alérgica. Las gramíneas forrajeras y de cereales que pueden desencadenar alergias son: dáctilo (pasto ovillo), fleo de los prados, grama de olor, ballico y espiguilla. En el hemisferio norte, su periodo de polinización va de marzo a septiembre, con picos en mayo, junio y julio.

Malezas : Las especies de la familia de las herbáceas tienen tallos blandos y flexibles. Su polen, pequeño y ligero, puede permanecer suspendido en la atmósfera durante mucho tiempo y puede transportarse a grandes distancias. Entre las malezas herbáceas que pueden desencadenar una reacción alérgica destacan: la artemisa, la ortiga, el cenizo, la ambrosía, la salvia, el cardo ruso… También pertenecen a la misma familia (Asteraceae) plantas aromáticas como el limoncillo, el estragón y el ajenjo. Su período de polinización en el hemisferio norte va de marzo a septiembre, con picos en julio, agosto y septiembre.

• Moho

Los hongos se pueden encontrar tanto al aire libre (hojas caídas, compost, hierbas, etc.) como en espacios cerrados húmedos (baño, cocina, etc.). Las esporas que liberan los hongos las pueden transportar el viento y el rocío. El tamaño microscópico de las esporas de los hongos, que varía entre 3 y 10 µm, les permite entrar fácilmente en las vías respiratorias.

El moho puede producir alergias respiratorias, tanto estacionales como perennes, como rinitis alérgica, conjuntivitis y asma.

• Veneno

Aunque muchas personas sufren una reacción local, las picaduras de insectos pueden poner en peligro la vida de otras.

En personas alérgicas, las picaduras de insectos pueden provocar anafilaxia, con síntomas que pueden provocar desde dificultades respiratorias hasta pérdida del conocimiento. La anafilaxia es una reacción de emergencia.

Se calcula que el 10 % de la población puede padecer una reacción alérgica al veneno liberado por un insecto1.

• Mascotas

Las alergias a los gatos son el tipo más común de alergia a epitelios. Y representan dos tercios de las alergias a las mascotas. A diferencia de lo que se suele creer, lo que desencadena una alergia no es el pelo de las mascotas, sino una sustancia (Fel d 1) que se encuentra en su pelaje. Este alérgeno se puede encontrar en todos el hogar, en la ropa de cama, la tapicería, las alfombras, así como suspendido en el aire.

La sensibilización a los perros es menos frecuente que en el caso de las alergias a los gatos. La proteína alergénica (Can f 1) del pelo de los perros está presente, al igual que en los gatos, pero es menos alergénica.

Otras mascotas también pueden provocar reacciones alérgicas: roedores (cobayas, hámsteres, ratones, ratas y conejos), mascotas exóticas (jerbos, chinchillas, reptiles, arácnidos, anfibios), aves (loros, canarios, periquitos), animales de granja (vacas, caballos, cabras, ovejas).

Alérgenos alimentarios

Los alérgenos alimentarios más comunes son la leche, los huevos, el pescado, el marisco, los frutos secos, los cacahuetes, el trigo y la soja. Incluso las pequeñas cantidades pueden provocar una reacción alérgica.

Las personas con alergias alimentarias deben evitar los alimentos a los que son alérgicas, leer detenidamente las etiquetas y llevar siempre encima un autoinyector de epinefrina para tratar las reacciones alérgicas graves.

• Leche

La alergia a la leche provoca una reacción exagerada del sistema inmunitario a las proteínas de la leche. Las personas alérgicas a la leche de vaca también pueden serlo a la de otros animales, como las ovejas y las cabras². Existen dos tipos principales de proteínas lácteas: la caseína y el suero. Las proteínas de la leche se encuentran en muchos alimentos, incluidos todos los productos lácteos. Otros alimentos como embutidos, carnes y otros productos no lácteos pueden contener caseína. También se han encontrado proteínas lácteas en algunos chicles².

• Huevo

La alergia al huevo se desarrolla cuando el sistema inmunitario se sensibiliza y reacciona de forma exagerada a las proteínas de la clara o la yema del huevo. Las personas alérgicas a los huevos de gallina también pueden serlo a otros tipos de huevos, como los de oca, pato, pavo o codorniz. Se puede producir una reacción alérgica al comer o incluso al tocar un huevo³.

• Pescado

A diferencia de otras alergias alimentarias, que suelen aparecer por primera vez en bebés y niños pequeños, la alergia al pescado puede aparecer en la edad adulta⁴. Las personas alérgicas a los peces con aletas no son necesariamente alérgicas al marisco. Existen numerosos alimentos preparados que contienen trazas de pescado (salsas, caldos, etc.) y que las personas alérgicas a él deberían evitar⁴.

• Marisco

Las alergias al marisco son más frecuentes en las personas adultas, pero también pueden afectar a los niños. Los crustáceos (gambas, langostas y cangrejos) son los que provocan el mayor número de reacciones alérgicas⁵. El marisco se puede encontrar en una gran cantidad de salsas y alimentos preparados, e incluso las pequeñas cantidades pueden provocar una reacción alérgica.

• Frutos secos

La alergia a los frutos secos suele afectar de por vida⁶. Los frutos secos incluyen almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas, nueces de macadamia, pacanas, piñones, pistachos y nueces. Los frutos secos se pueden encontrar en muchos alimentos: productos de panadería, alcohol, infusiones, aperitivos, cremas para untar, etc. También se pueden encontrar en productos no alimentarios como aceites para masajes, champús, cosméticos, etc^.6. Los alimentos que no contienen frutos secos también se pueden contaminar durante los procesos de fabricación.

• Cacahuetes

El diagnóstico de la alergia a los cacahuetes es complicado, ya que los síntomas difieren de una persona a otra y cada una no siempre presenta los mismos síntomas. Los cacahuetes pertenecen a la familia de las legumbres. El cacahuete se puede encontrar en muchos alimentos (productos de panadería, cereales, aliños para ensaladas, caramelos, sustitutos de la carne, etc.), así como en productos no alimentarios (cosméticos, protectores solares, alimentos para mascotas, medicamentos, etc.). El olor y la inhalación de partículas de la proteína del cacahuete también pueden provocar reacciones alérgicas⁷. Los alimentos que no contienen cacahuete también se pueden contaminar durante los procesos de fabricación.

La exposición involuntaria a los cacahuetes es frecuente y las personas alérgicas a esta proteína deben evitarla por completo.

• Trigo

La alergia al trigo se desarrolla con mayor frecuencia en los lactantes y se suele superar. Los adultos que padecen alergia al trigo tienen más probabilidades de seguir sufriéndola. El trigo se encuentra en muchos alimentos como son la pasta, el pan, las salsas, los postres, así como en fuentes no alimentarias (cosméticos, productos para el baño, vitaminas, etc.). La intolerancia al gluten no es una alergia⁸.

• Soja

La alergia a la soja se desarrolla por lo general en lactantes y niños menores de tres años. La soja, que forma parte de la familia de las legumbres, es un ingrediente habitual en fórmulas infantiles y alimentos procesados (caldos, conservas de atún, sopas, mayonesa, etc.). Las reacciones alérgicas a la soja pueden afectar a la piel, a las vías respiratorias, al tracto gastrointestinal o al sistema cardiovascular⁹.