Evitar alérgenos

Evitar los alérgenos implica tomar las medidas adecuadas para reducir el agente alergénico del entorno en el que vivimos y limitar el contacto con él. Este es el primer paso para mejorar los síntomas de la alergia.

• Alergia alimentaria

No existe ninguna cura para la alergia alimentaria y evitar el alérgeno alimentario es la única forma de evitar una reacción alérgica¹. Identificar alimentos “ocultos” requiere mucha atención. Las personas con alergias alimentarias leer detenidamente las etiquetas y llevar siempre encima un autoinyector de epinefrina para tratar las reacciones alérgicas graves.

• Alergia a los ácaros del polvo

Es necesario tratar el entorno de nuestro hogar para reducir la proliferación de los ácaros del polvo, para ello habrá que reducir la temperatura ambiente a 18-19° como máximo, reducir la humedad, ventilar la casa con frecuencia, lavar la ropa de cama y los edredones a 60°, limpiar y aspirar la tapicería, las cortinas y la ropa de cama de forma habitual, quitar el polvo y pasar la aspiradora con cierta regularidad, etc.

• Alergia al polen

Evitar la alergia al polen es más complicado, ya que el polen suele estar presente en todo nuestro entorno. Estas medidas pueden ayudar a reducir la exposición al polen: lavarse el pelo y ducharse después de haber estado al aire libre, optar por el aire acondicionado en lugar de abrir las ventanas durante la estación polínica, etc.

• Alergia a las mascotas

Se debe evitar el contacto con mascotas y tiendas de animales, hay que lavarse las manos después de haber estado en contacto con alguna mascota, y hay que hacer que alguien que no sea alérgico la cepille y la bañe a menudo.

Tratamientos sintomáticos de la alergia respiratoria

Los profesionales sanitarios suelen recetar diversos medicamentos como tratamiento inicial para reducir la intensidad de los síntomas de la alergia respiratoria y aliviar la inflamación causada por la alergia.

Los medicamentos para tratar los síntomas son eficaces y pueden reducir la gravedad de la alergia, aunque no tienen ningún efecto de arrastre cuando finaliza el tratamiento². Sus efectos duran mientras se toman, pero no producen otros beneficios a largo plazo.

La mayoría de los tratamientos sintomáticos intervienen de diferentes maneras para tratar los distintos síntomas de la alergia. Por lo general, se pueden conseguir sin receta médica. Por ejemplo:

• Los antihistamínicos inhiben la acción de la histamina, una sustancia química liberada por el sistema inmunitario durante una reacción alérgica que provoca hinchazón y picor.
• Los descongestionantes se utilizan para aliviar la congestión nasal. Pueden ser útiles en caso de congestión causada por diversas afecciones, incluida la rinitis alérgica.
• Los corticosteroides ayudan a reducir la inflamación de los pacientes que sufren rinitis alérgica y asma. Por lo general, solo se pueden comprar con receta médica y su uso debe estar cuidadosamente controlado por un profesional sanitario².

Inmunoterapia con alérgenos

• Alergia respiratoria

Solo un especialista en alergias puede prescribir un tratamiento de inmunoterapia antialérgica tras un diagnóstico preciso. La inmunoterapia con alérgenos es un tratamiento de segunda línea destinado a pacientes (a partir de 5 años) con alergias respiratorias y para los que los tratamientos sintomáticos son insuficientes o no se toleran bien.

La inmunoterapia con alérgenos, también conocida como desensibilización, altera de forma exclusiva la evolución natural de las alergias respiratorias. La inmunoterapia con alérgenos es la única clase terapéutica capaz de modificar la progresión de la enfermedad y potencialmente prevenir su aparición al inducir tolerancia en el sistema inmunitario³.

La inmunoterapia con alérgenos es un tratamiento dirigido que consiste en administrar al paciente dosis constantes de extractos alergénicos, lo que reducirá la hiperreactividad del sistema inmunitario y la inflamación. Para que un tratamiento de ITA sea eficaz, pueden pasar entre tres y cinco años⁴.

Una vez que el paciente ha completado el tratamiento durante el tiempo recomendado, su tolerancia al alérgeno mejora y se contiene la progresión de la marcha alérgica⁵.

Los pacientes pueden vivir una vida con menos síntomas y medicación de rescate, así como mejorar su calidad de sueño y su rendimiento en la escuela, en el trabajo o en actividades recreativas⁵.

• Alergia alimentaria

Evitar ciertos alimentos es la única forma de prevenir una reacción alérgica. No es posible evitar totalmente los alérgenos alimentarios y la inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento causal cuyo objetivo es inducir la tolerancia a los alérgenos en aquellas personas que padecen alergias alimentarias⁶.

Al igual que en la alergia respiratoria, la inmunoterapia con alérgenos alimentarios implica la administración de dosis cada vez mayores de un alérgeno alimentario específico hasta alcanzar la dosis de mantenimiento⁷. Se trata de elevar el umbral que puede desencadenar una reacción alérgica y proteger al paciente ante una exposición accidental al alérgeno⁸. La inmunoterapia con alérgenos alimentarios se lleva a cabo en un entorno médico.

Las personas con alergias alimentarias deben evitar siempre el alérgeno alimentario al que son alérgicos, leer detenidamente las etiquetas para detectar alimentos ocultos y llevar siempre encima un autoinyector de epinefrina para tratar las reacciones alérgicas graves.